TRUMP REVENTÓ LA BURBUJA DE “LAS IDEOLOGÍAS”

No hay nación, gobierno o imperio que no haya negociado con sus enemigos a muerte cuando era necesario

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Por: Luis Alvizuri (Filósofo político)

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Hoy todos los partidos y tendencias políticas mundiales han recibido un baño de agua fría: Trump. Pero ¿ha inventado algo este presidente o es un genio de la geopolítica? Por supuesto que no: quien revisa la historia va a encontrar a cada rato este fenómeno. No hay nación, gobierno o imperio que no haya negociado con sus enemigos a muerte cuando era necesario. Por citar los más conocidos, los atenienses y espartanos hacían la paz y la guerra con Persia cuantas veces lo requerían. Roma y Cartago fueron aliados y enemigos mortales muchas veces. Alejandro Magno abandonó sus ideas y orígenes europeos para incorporarse al “modus vivendi” de los pueblos orientales. Francia e Inglaterra fueron rivales durante la era Napoleón, pero después han sido aliados. ¿A qué se debe todo esto? IZQUIERDAS Y DERECHAS DESORIENTADAS La explicación tiene un nombre: pragmatismo. Se trata que se pueden tener antipatías u odios a determinadas sociedades o ideas, pero, llegado el momento de la conveniencia mutua, todo esto se depone, se deja de lado o se elimina. Puede tratarse de un enemigo común, de una crisis interna o de una planificación a futuro. Existen muchas razones por las cuales se hace imprescindible aliarse con el opositor de toda la vida y romper con el aliado más fiel. Lo que decide esto no son “las ideas” o “las ideologías”, que muchas veces son dogmas de los cuales sus seguidores no son capaces de salir, sino los hechos concretos y evidentes que así lo exigen. Basta leer la historia de Roma, desde sus inicios hasta su final, para entender cómo es que se construye un imperio y luego cómo se lo sostiene. Las grandes potencias nunca tienen “amigos” sino socios, gente que, por el momento, son útiles, pero pasado el tiempo se pueden volver incómodos. Y eso es lo que les está ocurriendo a las derechas e izquierdas de todo tipo y nivel, tanto de Europa como de Latinoamérica: no comprenden qué sucede ni entienden por qué su “campeón”, EEUU, se comporta de la manera cómo lo hace. Para las ideologías las cosas siempre son “claras y directas”, donde sus “amigos” siempre son “los buenos” mientras que sus “enemigos” son “los malos”. De modo que no les entra en la cabeza por qué Trump quiere “negociar” con Rusia, que es “el malo por antonomasia”, mientras que llama “dictador” a Zelensky, quien ha sido canonizado en vida por el progresismo mundial. CUANDO MANDAN LOS NEGOCIOS NO MANDAN LAS IDEOLOGÍAS Esa confusión se debe a que los políticos no suelen ser empresarios ni manejar los negocios. Ellos se han formado para las lides parlamentarias (“parlar” es hablar en latín), y su principal fuerza radica en el arte del convencimiento de los pueblos para que “les crean”. Es decir, los políticos manejan “un discurso”, que es un constructo de ideas concatenadas que apuntan a definir la realidad de la manera cómo un círculo de poder lo desea. O sea, los políticos no “elaboran” el discurso que difunden, sino que lo reciben de manos de aquellos sectores que desean imponerse y que los utilizan a ellos para tal fin. De ahí que existan infinitos tipos de “discursos” o “verdades” que intentan decirles a las mayorías “qué tienen que creer y qué deben rechazar”. El arte de la oratoria justamente es ese: el ser lo más creíble posible para los oyentes y llevarlos a pensar y actuar como el orador desea. Eso es el político. LA REALIDAD OBJETIVA Pero el problema es que la realidad objetiva nunca es el “discurso”. Dicho de otro modo, el discurso (la ideología) no describe la realidad tal como es, sino que busca “construirla” en la mente de las personas. Por ejemplo, los terraplanistas (los que aún creen que la Tierra es plana), procuran demostrar sus ideas a través de diversas “pruebas” que así lo comprueban (una pista, un campo de fútbol son obviamente “planos” y no curvos), ante lo cual no faltan algunos que lo consideran “verdadero” y se vuelven terraplanistas. No importa si las evidencias corroboran la redondez del planeta: ellos asimilan el discurso como una verdad y así lo creen. Lo mismo pasa en diversos planos del conocimiento, que viene a ser un cúmulo de discursos que todos tenemos en nuestra cabeza y que damos por “ciertos”. Esta variedad y complejidad de discursos es tan amplia que difícilmente la humanidad entera podrá ponerse algún día de acuerdo y aceptarlos por igual. Tanto en la ciencia como en la religión, el arte o las ideas políticas, los discursos que “diseñan la realidad” son distintos y, muchas veces, discrepantes. No hay dos científicos que piensen exactamente lo mismo sobre sus materias, como tampoco dos creyentes de una misma confesión. En ello radica la importancia de quienes construyen estos discursos (que son los líderes de opinión, los premios Nobel, los santos, etc.) pues son ellos quienes “orientan” a la población sobre cómo deben “entenderse” estos. Pero todo eso opera única y exclusivamente en el mundo inmaterial de nuestro intelecto; la realidad objetiva, lo que “es”, jamás tiene un discurso que “la explique”. Por sí sola esta no tiene explicación alguna, salvo la que le dan los autores de los discursos que la “describen”, cada uno a su manera. Y AHORA ¿QUIÉNES SON “LOS BUENOS” Y QUIÉNES “LOS MALOS”? Como vemos, los políticos y sus seguidores, que se basan esencialmente en sus “discursos”, se encuentran perdidos a mitad de un camino que pensaban que era “diáfano y transparente”. Aquellos a quienes veían como “sus aliados” ahora han dejado de serlo, mientras que sus “enemigos mortales” son tratados como “los correctos”. Ese es el drama en el que ahora se encuentra Europa y su satélite Latinoamérica. “Papá EEUU se está comportando de manera irracional”, dicen, sin darse cuenta que jamás lo ha hecho así puesto que siempre ha priorizado sus intereses por sobre los de los demás, sean sus “aliados” o no. Las decisiones que toma dicho país (que es un imperio, aunque siempre se han negado a admitirlo en todos los idiomas) son pensadas únicamente para su beneficio y no para el de los demás. LA TRAMPA DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN ¿Por qué es que ahora los políticos están estupefactos ante la actitud de EEUU, quien era su héroe de “la libertad y la democracia”? Pues por causa de los medios de comunicación, especialmente el cine y la televisión. Son estos los que han creado una “imagen” de Estados Unidos, sólida e intachable, algo que nunca lo ha sido. No se han dado cuenta que una cosa es “lo que parece”, “lo que se dice” o “lo que “se ve” y otra los hechos concretos. EEUU, desde un inicio, se encaminó a convertirse en el hegemón, aún a costa de sus supuestos “amigos” occidentales. Basta recordar cómo ellos recién ingresaron a la II Guerra Mundial ocho meses antes que esta acabara, cuando ya la URSS había aniquilado a las 9/10 del ejército alemán y había que parar al Ejército Rojo para no que tomara toda Europa. O sea, EEUU esperó que este continente se terminara de destrozar para llegar victorioso e imponer sus condiciones de dominio. Y AHORA ¿QUÉ VAN A HACER? Por un lado, las “izquierdas progresistas” (que de izquierda no tienen más que el nombre, puesto que han sido creadas y financiadas por las grandes corporaciones mundiales capitalistas) le ladran a Trump porque “EEUU los ha traicionado”, después de que Biden los empujara y les diera las órdenes para que le hicieran la guerra a Rusia, mientras que las “derechas liberales” (la no extremista, que suele hacer negocios siguiendo las reglas convencionales), despotrica de él en la medida que no actúa como debería hacerlo: siguiendo los patrones establecidos por el FM y el BM. Trump ha pateado el tablero y se ciñe solo a su plan estratégico MAGA (“Make America Great Again”), asunto que exige desechar todo aquello que lo impide (entre ellos, la orientación que hoy Europa tiene respecto a la Agenda 2030, creada por los Rothschild, Rockefeller y Soros). Él está haciendo su “Nuevo Orden Mundial” y, para lograrlo, tiene que romper muchos huevos, muchas “reglas” y, sobre todo, muchos “discursos” que ya no se ajustan a sus objetivos actuales.

2025-02-23 20:15:10

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