EL ROL PREPONDERANTE DEL ESTADO EN LA INVESTIGACIÓN Y EL DESARROLLO

Sépase que el Estado, en los países desarrollados como Estados Unidos, Francia, Finlandia, Noruega, Austria, etc, aunque muchos “liberales” se resistan a aceptarlo, ha tenido un rol preponderante para dar soporte a la investigación y el desarrollo, tanto en universidades, empresas y organizaciones sin fines de lucro. En otras palabras, ha sido el Estado, por medio de subsidios, licencias, regulaciones y otras medidas, quién ha sabido incentivar sectores como la informática, la aviación, la internet, la biotecnología, la salud, el ambiente, la agricultura, el petróleo, entre otros; para alcanzar el desarrollo.  Es decir, en una sociedad donde las autoridades tengan un cierto grado de criterio y sentido común, la investigación y el desarrollo serán siempre prioridades, dado que los resultados que se obtienen a partir de ellas, sirven para solucionar los diversos problemas sociales que existen, garantizar la seguridad nacional, proteger la salud pública y el ambiente, acelerar el crecimiento de la industria nacional y, de esa manera, generar más puestos de trabajo. No obstante, ello no suele ocurrir por esta parte del mundo, donde países –llamados “en vías de desarrollo”– como el nuestro, continúan no acelerando ni fomentando su industria nacional a través de la ciencia y la tecnología; sino que, por el contrario, han tomado partido para continuar en la dependencia. Prueba de lo anterior es que, recientemente, el ejecutivo ha propuesto reducir el presupuesto del Consejo Nacional de la Ciencia, Tecnología e innovación Tecnológica – CONCYTEC de S/. 213 millones (2020) a S/. 165 millones para el 2021; lo que demuestra que, nuestras autoridades no están interesadas en la promoción de la ciencia y la tecnología y, por ende, no asumen como prioritario el desenvolvimiento económico y social de la nación
  Aun cuando en esta época se ha visto la necesidad de ser un país industrializado y contar con profesionales y equipamientos acorde a las circunstancias. Tal parece que ello no se ha comprendido, y, por el contrario, se continúa profundizando el pozo, para no ver la luz. En cuando a ello, nuestros gobernantes se muestran renuentes a aceptar que, la solución a nuestros problemas se puede encontrar sin, necesariamente, salir de nuestras fronteras, en tanto exista una adecuada promoción a la investigación y a la tecnología nacional. ¿Se consideraría necesario que el Perú pretenda comprar a Pfizer (Estados Unidos), AstraZeneca (Reino Unido), Sinovac y Sinopharm (China) las vacunas anti COVID-19; si nuestro país contara con un sector de ciencia y tecnología desenvuelto? Sin lugar a dudas, no. Garantizando una gama de laboratorios nacionales cualificados, la demanda interna por la vacuna estaría superada y la población no tendría que cubrir el alto precio que el Estado pagará por ellas. Así pues, es imprescindible que el Estado asuma un papel preponderante y promueva, fomente e incentive la investigación y el desarrollo, si queremos superar nuestras propias dificultades y no estar esperando la mano ajena, que acostumbra, por lo general, ser muy costosa. Se torna indispensable, que nuestras autoridades tomen conciencia que esta es una de las formas para salir del subdesarrollo y progresar como sociedad en lo económico y en lo social.

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