Patético pronunciamiento de los fiscales supremos

Es decir, lejos de pisar tierra y reconocer el pavoroso escenario en el que vive la sociedad, aterrada por los criminales de alta peligrosidad, y en las que los fiscales no hacen más que soltar a los delincuentes capturados por la policía incluso en flagrancia, estos señorones salen a defender su institución como si vivieran en otro mundo. Ninguna referencia a la crisis de la institución que regentan, cero autocrítica por la incapacidad de la Fiscalía para procesar a los delincuentes hasta lograr sus condenas. Ellos naufragan en la incapacidad dejando a la población en manos del crimen, pero salen a defender la institución por sí misma, como si se tratara de un feudo al que no se le puede tocar porque se mancillan sus privilegios.

Lejos de mostrar compromiso con la lucha contra la criminalidad, el fiscal Villena tiene el cuajo de mencionar que lo que se pretende es que "el Ejecutivo esté al tanto de las investigaciones a través del Ministerio del Interior del cual depende la policía". Así lo dijo, literalmente. Esto quiere decir que la fiscalía solo está pensando en la guerra política y no en la criminalidad que afecta a la sociedad. Lo que trata de decir Villena es que ya no van a poder perseguir a los políticos tan cómodamente como lo han venido haciendo. Pues tal parece que eso es todo lo que les interesa.

Es cierto que el Congreso ha pasado por alto modificar la Constitución para eliminar esa parte que señala al Ministerio Público como encargada de conducir desde su inicio la investigación del delito y que la policía está obligada a obedecer sus mandatos. Algo que es contrario al sentido común y a la práctica general en los países civilizados, donde es la policía la que tiene cuerpos especializados de inteligencia y de investigadores capacitados, con soplones y todo. ¿Por qué cambiaron las cosas acá? No lo sé. Pero en buena hora que se revierta este error que nos está costando mucho en la lucha contra el crimen.

No sé si ustedes ven la serie "La ley y el orden". En esa serie se puede apreciar cómo funciona la relación entre el fiscal y la policía. Incluso en al inicio de cada capítulo, el presentador de la serie lo dice: "en el sistema de justicia la policía investiga y captura a los delincuentes, mientras que los fiscales los procesan y acusan ante el juez para lograr su condena". Así es como funciona el sistema de justicia en cualquier país decente.

Acá es obvio y evidente que los fiscales no tienen la menor idea de cómo se investiga y parece tampoco quieren hacerlo. Por eso se limitan a soltar a los delincuentes, en lugar de pedir prisiones preventivas para ampliar le plazo de investigación. No hacen ni eso porque les da flojera armar un expediente. Devolverle las funciones de investigar a la policía es solo el primer paso para enfrentar la ola de criminalidad. El siguiente debe ser reestructurar todo el Ministerio Público y la Junta Nacional de Justicia para que deje de haber estos compadrazgos que permiten que unos y otros estén blindados, y que nadie investigue a los fiscales supremos y sus malas juntas con oenegés que les imponen la agenda política. Lo único que ha hecho el fiscal Villena en este mensaje quejoso es revelar que el principal interés del Ministerio Público es perseguir a los políticos. Por la boca muere el pez.