EL PERÚ EN BUSCA DEL OUTSIDER

Luis Alvizuri

EL PERÚ EN BUSCA DEL OUTSIDER

En el año 2026, el pueblo peruano intentará, una vez más, aquello que viene buscando desde 1990 con la elección de Fujimori, luego con Humala y posteriormente con Castillo: encontrar a aquel que represente el nuevo rostro de un Perú que ya no es el colonial ni el republicano del siglo XX. El peruano sabe que estamos en el siglo XXI, el siglo de las grandes transformaciones mundiales, aquel en el que EEUU ha dejado de ser el hegemón para compartir el poder con otras potencias, el del renacimiento de varias civilizaciones dormidas (la eslava, la china, la india) que han cambiado por completo el panorama de las relaciones internacionales. El Perú también ha cambiado desde su base, desde su gente, y sabe que son ellos quienes sostienen al país, y no así las grandes empresas dedicadas únicamente a la exportación de materia prima. LA BÚSQUEDA DEL OUTSIDER Ahora bien, hallar al outsider siempre será algo complejo y difícil debido a que que, por el mismo hecho de ser outsider, es imposible prever cómo este será. Sin embargo, lo que se puede hacer es elaborar el perfil de aquel que el pueblo peruano está esperando y que esto sirva, de algún modo, como orientación para quien quiera ser el elegido. REQUISITOS QUE SE ESPERA DEL OUTSIDER Lo que se supone que el pueblo peruano está aguardando que surja es alguien que reúna las siguientes características: 1º Que sea proveniente de las mismas raíces de la peruanidad, preferentemente, una persona andina que represente a la gran mayoría del pueblo. 2º Que tenga los valores intelectuales y morales que lo hagan suficientemente fuerte como para soportar la oposición de la estructura anterior saliente. 3º Que tenga un plan integral para construir el país como una sociedad unificada y con un ideal común, sin excluir a nadie por su identidad o ideología. 4º Que tenga un proyecto económico que supere los más de 500 años de dedicación exclusiva a la exportación de materia prima, actividad que jamás ha desarrollado a ningún tipo de sociedad moderna y civilizada. 5º Que tenga un entendimiento claro del presente con sus cambios radicales y otro del lugar hacia dónde encaminar al país dentro del nuevo orden mundial multipolar que es ya una realidad. 6º Que tenga la astucia y capacidad suficientes para ser un estadista, conduciendo al Perú como un vehículo para el progreso y desarrollo en vez de ser un botín para quienes lo gobiernan. 7º Que entienda que el propósito de todo gobierno es beneficiar a la gente y no a ciertos grupos de poder, puesto que la razón de ser de un país es la elevación de su pueblo por encima de los intereses materiales y económicos. CONSIDERACIÓN FINAL Es muy difícil adivinar quién o quiénes, de los 34 millones de peruanos, se acercan a este perfil, pero sabemos que, días previos a las elecciones, sus nombres estarán circulando por lo bajo procurando que el gobierno actual no se entere para tratar de sabotearlos. Esto tendrá que ser un secreto bien guardado por cuanto hay demasiados intereses que buscan que de ningún modo aparezca el outsider. Pero, así intenten eliminarlo, igual el pueblo peruano persistirá en elegir a quien espera sea capaz de entender la etapa de transformación que vive el mundo contemporáneo y cómo el Perú debe encajar en él, pero ya no como simple proveedor de materia prima, sino como una nación digna que tiene todo el derecho a desarrollarse y evolucionar hacia su industrialización mediante la educación científica y tecnológica, tal como lo han hecho todas las naciones que hoy exhiben los más altos estándares de vida.