<< la democracia parece ser no más que un acto cultural y discursivo para la clase política, lo cual deja malos precedentes para futuros golpes de Estado y traiciones...>>
Por: Leoncio Díaz (redacción)
Los golpes de Estado permanentes por venganza y traición durante los últimos 7 años han puesto en evidencia las falencias del sistema democrático que cada vez más pierde legitimidad. A pesar de que todos los líderes políticos se autoproclaman democráticos, lo cierto es que en los hechos no ven a la democracia como forma legítima para llegar al poder.
Sin ir muy atrás, es menester mencionar que Pedro Pablo Kuczynski traicionó al partido que lo llevó a la presidencia. Ni bien se instaló en el poder se alineó con los 10 congresistas que él escogió a dedo y unas cuantas banqueras dejando fuera del gobierno al partido que le dio la oportunidad de postular a la presidencia. No tan lejos de eso estuvo Pedro Castillo, que meció de Perú Libre por unos meses en el gobierno esperando la ocasión para sacarlos de su gabinete, dividir a su bancada y relegarlos a cargos sin importancia. Los hechos fueron denunciados por Vladimir Cerrón en un video subido a las redes sociales. Para estos dos presidentes electos los partidos políticos solo fueron un trampolín para llegar al sillón presidencial y gobernar a nombre propio y de su cúpula. Sin embargo, ambos recibirían de su propia medicina por parte de sus respectivos vicepresidentes: Martín Vizcarra y Dina Boluarte.
Por ejemplo, según el libro de Martín Riepl, la llegada de Vizcarra al sillón presidencial fue por traición. según comenta en su libro: PPk sabía que Vizcarra se reunía con el ex congresista Villanueva en Canadá cuando él era embajador en ese país, el mismo servicio de inteligencia le presentó los informes a PPK con fecha y lugar de las reuniones secretas de Vizcarra. El libro cuenta además, que PPk encaró a Vizcarra con las pruebas en mano, sin embargo, él se negó rotundamente respecto a sus reuniones con la oposición. Los hechos se confirmarían la traición con la pronta salida de PPk del poder: Vizcarra, en alianza con el fujimorismo negociaron el apoyo a la vacancia para que él asuma el mando. Posteriormente, Vizcarra también cerraría el parlamento convocando a elecciones para un nuevo congreso que , en la misma lógica, también lo terminó vacando.
En el segundo caso, la llegada al poder de Dina Boluarte, el congreso consiguió que le anularan la denuncia constitucional debido a que en campaña ella estaba prohibida por ley de postular a la vicepresidencia al no haber renunciado de su cargo en la RENIEC. Con esta acción le allanaron el camino a la presidencia en caso de nueva moción de vacancia. Y así sucedió: en la tercera moción de vacancia el camino estaba listo para asumir la presidencia y gobernar para la derecha. Castillo y su entorno no tuvieron otra torpe idea que el suicidio político al intentar hacer un golpe de Estado, con el mismo resultado: Dina Boluarte presidenta.
Para finalizar, lo que hoy vemos es que tanto la izquierda capitalina y provinciana como la derecha avalan cualquier golpe de estado que esté a su favor: “Salvo el poder, la democracia es ilusión”. Antes la izquierda apoyó a Vizcarra, y ahora el mismo fujimorismo apoya a Dina Boluarte. Finalmente, la democracia es ciega a las trampas políticas, lo cual deja malos precedentes para futuros golpes de Estado y traiciones que estas agrupaciones apoyarán solo si les es conveniente porque la democracia les queda grande.
Fecha: 2023-06-06
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Los golpes de Estado permanentes por venganza y traición durante los últimos 7 años han puesto en evidencia las falencias del sistema democrático que cada vez más pierde legitimidad. A pesar de que todos los líderes políticos se autoproclaman democráticos, lo cierto es que en los hechos no ven a la democracia como forma legítima para llegar al poder.
Sin ir muy atrás, es menester mencionar que Pedro Pablo Kuczynski traicionó al partido que lo llevó a la presidencia. Ni bien se instaló en el poder se alineó con los 10 congresistas que él escogió a dedo y unas cuantas banqueras dejando fuera del gobierno al partido que le dio la oportunidad de postular a la presidencia. No tan lejos de eso estuvo Pedro Castillo, que meció de Perú Libre por unos meses en el gobierno esperando la ocasión para sacarlos de su gabinete, dividir a su bancada y relegarlos a cargos sin importancia. Los hechos fueron denunciados por Vladimir Cerrón en un video subido a las redes sociales. Para estos dos presidentes electos los partidos políticos solo fueron un trampolín para llegar al sillón presidencial y gobernar a nombre propio y de su cúpula. Sin embargo, ambos recibirían de su propia medicina por parte de sus respectivos vicepresidentes: Martín Vizcarra y Dina Boluarte.
Por ejemplo, según el libro de Martín Riepl, la llegada de Vizcarra al sillón presidencial fue por traición. según comenta en su libro: PPk sabía que Vizcarra se reunía con el ex congresista Villanueva en Canadá cuando él era embajador en ese país, el mismo servicio de inteligencia le presentó los informes a PPK con fecha y lugar de las reuniones secretas de Vizcarra. El libro cuenta además, que PPk encaró a Vizcarra con las pruebas en mano, sin embargo, él se negó rotundamente respecto a sus reuniones con la oposición. Los hechos se confirmarían la traición con la pronta salida de PPk del poder: Vizcarra, en alianza con el fujimorismo negociaron el apoyo a la vacancia para que él asuma el mando. Posteriormente, Vizcarra también cerraría el parlamento convocando a elecciones para un nuevo congreso que , en la misma lógica, también lo terminó vacando.
En el segundo caso, la llegada al poder de Dina Boluarte, el congreso consiguió que le anularan la denuncia constitucional debido a que en campaña ella estaba prohibida por ley de postular a la vicepresidencia al no haber renunciado de su cargo en la RENIEC. Con esta acción le allanaron el camino a la presidencia en caso de nueva moción de vacancia. Y así sucedió: en la tercera moción de vacancia el camino estaba listo para asumir la presidencia y gobernar para la derecha. Castillo y su entorno no tuvieron otra torpe idea que el suicidio político al intentar hacer un golpe de Estado, con el mismo resultado: Dina Boluarte presidenta.
Para finalizar, lo que hoy vemos es que tanto la izquierda capitalina y provinciana como la derecha avalan cualquier golpe de estado que esté a su favor: “Salvo el poder, la democracia es ilusión”. Antes la izquierda apoyó a Vizcarra, y ahora el mismo fujimorismo apoya a Dina Boluarte. Finalmente, la democracia es ciega a las trampas políticas, lo cual deja malos precedentes para futuros golpes de Estado y traiciones que estas agrupaciones apoyarán solo si les es conveniente porque la democracia les queda grande.