<< Detrás de todo político están los intereses de una clase determinada....>>
Detrás de las decisiones de un político hay muchos actores invisibles para las masas pero muy influyentes en la dirección de un gobierno. Una cúpula permanente moviendo los hilos detrás del telón para que los gobernantes orienten sus decisiones a ciertos intereses. La independencia del líder para tomar sus propias decisiones, respecto a las presiones de cúpula que lo rodea, depende mucho de su preparación, el conocimiento y su perfil psicológico e ideológico.
En ese sentido, las acciones de Castillo no se pueden juzgar en su totalidad por las decisiones personales, sino por el entorno que lo rodeaba, debido a que no estaba preparado para gobernar; menos aún para elegir a las personas adecuadas para conducir su gobierno, acorde o cercano a la posición política que el representó en la urnas. Prueba de ello es que muchos ministros que eligió lo terminaron traicionando y pasando a la oposición. En otras palabras, no distinguía quienes eran sus aliados y quienes eran sus enemigos. Seguía las recomendaciones de la cúpula que tampoco era precisa para recomendar técnicos aliados.
Es así como, una vez llegado a la presidencia, Castillo, influenciado por su entorno político, decide romper relaciones con el partido político que le dio la oportunidad de postular: Perú Libre.
Progresivamente, y a traición, se deshizo de ellos. En un inicio los meció dándole transitoriamente el cargo de Premier a Guido Bellido, quien actuaba como si fuera un presidente de facto. Esto molestó a la cúpula presidencial y le dio la excusa perfecta para obligarlo a renunciar, dando paso a una nueva etapa de gobierno donde los caviares se posesionaron e intentaron convertir a Castillo en un Alejandro Toledo versión 2.0.De esta manera, los caviares suplantaron a los de Perú Libre y tomaron varios ministerios, incluso el cargo de premier con Mirtha Vásquez. Lo hicieron otra vez: fueron gobierno sin ser elegidos.
Sin embargo, esto solo fue una segunda mecida del entorno presidencial castillista para conseguir algo de estabilidad política. Necesitaban el respaldo de los caviares en cierto sector de la prensa para mejorar la imagen conformacional que dejó Bellido.
Durante la administración del Nuevo Perú se implementaron políticas fiscales interesantes y la presan del grupo la República hizo su trabajo de respaldar a Castillo. Sin embargo, había un punto de inflación no negociable que motivó la ruptura con este sector antes de tiempo. El ministro Abelino Guillen, encargado por el IDL, quiso convertir a la DIVIAC en una dirección policial con más autonomía para tener todo el control político y meter preso a sus enemigos. Esta vez castillo acertó en sacarlos del cargo pagando un precio muy alto. Un sector de la coalición caviar se pasó al bando del movimiento pro vacancia presidencial. Es ahí donde verdaderamente empieza la caída de Castillo. A partir de ahí, Castillo se quedó sin piso para sostenerse en el Gobierno respecto al apoyo mediático y activismo en las redes de este sector con poses de izquierda.
Una vez los caviares quedaron fuera del gobierno entraron en escena los "chotanos" y gabinete en la sombra para sostener el gobierno. De ahí en adelante se reconfiguraría el entorno de gobierno con un Aníbal Torres en el cargo de premier, quien antes había sido ministro de Justicia, y un par de traidores, ex Perú Libre quienes liderarían el gobierno de un PC cada vez más agobiado por las denuncias de corrupción y el favoritismo de su más altos funcionarios de gobierno.
500palabras.pe
Fecha: 2022-12-24 00:00:00
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Detrás de las decisiones de un político hay muchos actores invisibles para las masas pero muy influyentes en la dirección de un gobierno. Una cúpula permanente moviendo los hilos detrás del telón para que los gobernantes orienten sus decisiones a ciertos intereses. La independencia del líder para tomar sus propias decisiones, respecto a las presiones de cúpula que lo rodea, depende mucho de su preparación, el conocimiento y su perfil psicológico e ideológico.
En ese sentido, las acciones de Castillo no se pueden juzgar en su totalidad por las decisiones personales, sino por el entorno que lo rodeaba, debido a que no estaba preparado para gobernar; menos aún para elegir a las personas adecuadas para conducir su gobierno, acorde o cercano a la posición política que el representó en la urnas. Prueba de ello es que muchos ministros que eligió lo terminaron traicionando y pasando a la oposición. En otras palabras, no distinguía quienes eran sus aliados y quienes eran sus enemigos. Seguía las recomendaciones de la cúpula que tampoco era precisa para recomendar técnicos aliados.
Es así como, una vez llegado a la presidencia, Castillo, influenciado por su entorno político, decide romper relaciones con el partido político que le dio la oportunidad de postular: Perú Libre.
Progresivamente, y a traición, se deshizo de ellos. En un inicio los meció dándole transitoriamente el cargo de Premier a Guido Bellido, quien actuaba como si fuera un presidente de facto. Esto molestó a la cúpula presidencial y le dio la excusa perfecta para obligarlo a renunciar, dando paso a una nueva etapa de gobierno donde los caviares se posesionaron e intentaron convertir a Castillo en un Alejandro Toledo versión 2.0.De esta manera, los caviares suplantaron a los de Perú Libre y tomaron varios ministerios, incluso el cargo de premier con Mirtha Vásquez. Lo hicieron otra vez: fueron gobierno sin ser elegidos.
Sin embargo, esto solo fue una segunda mecida del entorno presidencial castillista para conseguir algo de estabilidad política. Necesitaban el respaldo de los caviares en cierto sector de la prensa para mejorar la imagen conformacional que dejó Bellido.
Durante la administración del Nuevo Perú se implementaron políticas fiscales interesantes y la presan del grupo la República hizo su trabajo de respaldar a Castillo. Sin embargo, había un punto de inflación no negociable que motivó la ruptura con este sector antes de tiempo. El ministro Abelino Guillen, encargado por el IDL, quiso convertir a la DIVIAC en una dirección policial con más autonomía para tener todo el control político y meter preso a sus enemigos. Esta vez castillo acertó en sacarlos del cargo pagando un precio muy alto. Un sector de la coalición caviar se pasó al bando del movimiento pro vacancia presidencial. Es ahí donde verdaderamente empieza la caída de Castillo. A partir de ahí, Castillo se quedó sin piso para sostenerse en el Gobierno respecto al apoyo mediático y activismo en las redes de este sector con poses de izquierda.
Una vez los caviares quedaron fuera del gobierno entraron en escena los "chotanos" y gabinete en la sombra para sostener el gobierno. De ahí en adelante se reconfiguraría el entorno de gobierno con un Aníbal Torres en el cargo de premier, quien antes había sido ministro de Justicia, y un par de traidores, ex Perú Libre quienes liderarían el gobierno de un PC cada vez más agobiado por las denuncias de corrupción y el favoritismo de su más altos funcionarios de gobierno.