<< La estrategia de China parece haber salido de un tablero de ajedrez, por todos lados arrincona a EE. UU.: en lo tecnológico, lo financiero, lo comercial y ahora lo monetario...>>
Por: Leoncio Díaz (redacción)
Hasta hace dos años, EE. UU. podía coaccionar a cualquier país del mundo a obedecer sus preceptos políticos y comerciales en base al poder de su moneda en el comercio internacional. País que se atrevía a desafiar una prohibición de comerciar con algún país sancionado o bloqueado por la potencia del Norte podía tener represalias en el campo comercial y financiero que inevitablemente lo llevaría a una crisis económica tal como pasó con Venezuela y Cuba. De este modo, La potencia norteamericana sancionaba a cualquier país de manera unilateral pasando por encima del derecho internacional. Sin embargo, esta presión que todavía se ejerce sobre los países es solo cuestión de tiempo porque la hegemonía mundial del dólar está en declive.
Esta situación se da desde el momento en que se empezó a sancionar a Rusia por la guerra con Ucrania. Los países han notado el peligro económico y político que significa depender de la divisa verde y han decidido tomar medidas al respecto. Por ejemplo, Arabia Saudita, el principal productor de petróleo en el mundo, ya comercia con Rusia y China en Yuanes y Rubros. Así mismo, los acuerdos entre los países del BRICS están teniendo más aceptación el comercio con el Yuan chino. Este conjunto de países representa la mitad del comercio mundial y más de la mitad de la población mundial.
En ese sentido, China, miembro del los BRISC, no solo tiene la moneda, sino también una poderosa industria que provee los bienes de capital y consumo para imponer en el comercio mundial; no por nada es catalogada como "la Fábrica del mundo". Tiene la capacidad de exigir que se le paguen en yuanes y entregar a cambio mercancía de todo tipo de calidad y precio. La estrategia de China parece haber salido de un tablero de ajedrez, por todos lados arrincona a EE. UU.: en lo tecnológico, lo financiero, lo comercial y ahora lo monetario.
La economía y las política mundial está experimentando cambios vertiginosos, en ese sentido, hechos como que Brasil y China comercien con sus respectivas monedas; o el tratado de paz entre Irán y Arabia Saudita promovido por China, que ahora le compra petróleo pagando en yuanes, tiene una trascendencia como lo que pasó en 1989 con la caída de la ex Unión Soviética. Con el tiempo el yuan desplazará al dólar como moneda comercial dominante, lo cual reducirá el poder e influencia de EE. UU. que lo hace actuar como policía del mundo. Se avizoran vientos de cambio, definitivamente la hegemonía mundial de EE.UU. basada en la fuerza militar y la impresión de dólares sin regulación será historia en pocos años.
Fecha: 2023-04-04
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Hasta hace dos años, EE. UU. podía coaccionar a cualquier país del mundo a obedecer sus preceptos políticos y comerciales en base al poder de su moneda en el comercio internacional. País que se atrevía a desafiar una prohibición de comerciar con algún país sancionado o bloqueado por la potencia del Norte podía tener represalias en el campo comercial y financiero que inevitablemente lo llevaría a una crisis económica tal como pasó con Venezuela y Cuba. De este modo, La potencia norteamericana sancionaba a cualquier país de manera unilateral pasando por encima del derecho internacional. Sin embargo, esta presión que todavía se ejerce sobre los países es solo cuestión de tiempo porque la hegemonía mundial del dólar está en declive.
Esta situación se da desde el momento en que se empezó a sancionar a Rusia por la guerra con Ucrania. Los países han notado el peligro económico y político que significa depender de la divisa verde y han decidido tomar medidas al respecto. Por ejemplo, Arabia Saudita, el principal productor de petróleo en el mundo, ya comercia con Rusia y China en Yuanes y Rubros. Así mismo, los acuerdos entre los países del BRICS están teniendo más aceptación el comercio con el Yuan chino. Este conjunto de países representa la mitad del comercio mundial y más de la mitad de la población mundial.
En ese sentido, China, miembro del los BRISC, no solo tiene la moneda, sino también una poderosa industria que provee los bienes de capital y consumo para imponer en el comercio mundial; no por nada es catalogada como "la Fábrica del mundo". Tiene la capacidad de exigir que se le paguen en yuanes y entregar a cambio mercancía de todo tipo de calidad y precio. La estrategia de China parece haber salido de un tablero de ajedrez, por todos lados arrincona a EE. UU.: en lo tecnológico, lo financiero, lo comercial y ahora lo monetario.
La economía y las política mundial está experimentando cambios vertiginosos, en ese sentido, hechos como que Brasil y China comercien con sus respectivas monedas; o el tratado de paz entre Irán y Arabia Saudita promovido por China, que ahora le compra petróleo pagando en yuanes, tiene una trascendencia como lo que pasó en 1989 con la caída de la ex Unión Soviética. Con el tiempo el yuan desplazará al dólar como moneda comercial dominante, lo cual reducirá el poder e influencia de EE. UU. que lo hace actuar como policía del mundo. Se avizoran vientos de cambio, definitivamente la hegemonía mundial de EE.UU. basada en la fuerza militar y la impresión de dólares sin regulación será historia en pocos años.
