El fin del Mundo Unipolar

Hace tan solo 35 años todavía se vivía el llamado mundo bipolar donde Rusia y EE. UU. competían por tener la hegemonía mundial. El capitalismo norteamericano versus el socialismo soviético eran las dos alternativas de desarrollo posible que la humanidad perseguía. El socialismo, que hoy es un desconocido para el mundo, había logrado expandirse como modelo económico y político en los países del Asia y en Centroamérica en Cuba. En Sudamérica existían muchos movimientos y partidos socialistas que desestabilizaban a los gobiernos pro norteamericanos, llegando al poder como en el caso de Chile con Salvador Allende. No obstante, el modelo socialista soviético colapsó en 1991, dejando a Estados Unidos como la mayor potencia militar y económica mundial consolidando así el "Mundo Unipolar". De esta manera, durante los últimos 30 años, Norteamérica ha tomado decisiones por encima del derecho internacional invadiendo países, sancionando unilateralmente a sus enemigos, exportando capitales, promoviendo golpes de Estado, promoviendo guerras, invadiendo países e imponiendo su cultura y modo de ver el mundo. Sin embargo, todo lo que sube necesariamente tiene que bajar, y el punto de quiebre es la guerra Rusia-Ucrania. Esta guerra abrió las puertas a los cambios geopolíticos históricos que conduce de una etapa a otra de la cual somos testigos.

El fin del mundo unipolar empieza con las sanciones estadounidenses a Rusia, creando una situación de alarma en los demás países para empezar dejar de depender del dólar y hacer otros acuerdos comerciales con países no occidentales. En ese sentido, los países han empezado rebelarse ante las amenazas de EE.UU.: vemos a un Brasil que desobedece las restricciones occidentales comprando fertilizantes a Rusia; los países en Medio Oriente ya hacen comercio internacional con moneda regional dejando de lado al dólar. Pero lo más resaltante es que Rusia, es el país más sancionado del mundo por la potencia norteamericana y la unión europea, se mantiene firme su economía: en plena guerra continúa creciendo en los rankings del PBI orientando su mercado a los países asiáticos.

Esa situación crea un área de no interferencia norteamericana ni en lo económico ni en lo político. Esa es la prueba palpable de que ya no estamos en un mundo unipolar. Los países asiáticos toman decisiones independientemente de lo que diga o haga occidente. Es una zona liberada de la globalización. Estos acontecimientos han hecho que los países emergentes les tengan menos temor a los bloqueos occidentales. Por el contrario, se ha impulsado en el Asia una geoeconomía semi independiente que se puede repetir en el mundo. Un nuevo BRISC. Finalmente, el mundo proceso de desglobalización, poco a poco, el poder occidental abrirá paso a otras regiones emergentes del mundo.

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